sábado, 18 de octubre de 2008

Camino hacia la dehicencia

Cómo decirte que soy indiferente ante tus logros y tu encantos. Cómo explicarte que sin importar lo que hagas o lo que digas jamás podrías asombrarme. Conozco cada una de tus caras, como si se trataran de las mías propias; y te veo detalladamente a través del espejo. Sé que me extrañarás el día que deje de cubrir tu espalda, así como un día extrañé tu mirada. Porque aunque lo sepas, aún no lo entiendes, y por eso, me he tomado el atrevimiento de repetirlo unas cuantas cientos de veces. No existe voz que nos una, o que jamás pueda llegar a hacerlo. Cuando me veas a la distancia, comprenderás que el amor es un sueño; tal como lo entiendo ahora, y como no lo deseo.

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