miércoles, 29 de octubre de 2008

Vivo (Yo vivo)

La última vez que me miré al espejo noté que ya no estaba tan triste como me recordaba. Pese a no tratarse de un estado emocional equilibrado, lo entendí como un indicio de que lo que en el pasado había considerado futuro había comenzado a moverse. Contar con algo de esperanza es siempre una manera de recomponerse. Sin prisa y sin afán de nada comencé a construir pequeños sueños. No sé si algún día llegarías a quererme, y no sé si algún día lograré alcanzarte; si ya tuve la oportunidad, o si nunca llegaré a tenerla. No importa, al fin y al cabo, vivo.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Apología a la discordancia

Me lamento en silencio, y a escondidas; dando gritos hacia adentro. No quiero que sepan mi infortunio, ni que me encuentren aflijido. Mi mente no puede dejar de maldecir una y otra vez tu nombre, sin importar que haya jurado amarte hasta la muerte. Y es simplemente porque ya no eres; porque dejé morir a tu cuerpo y a tu mente, y no a esa semilla de esperanza. Y aunque digo que te odio, y que jamás quiero volver a verte, mi corazon no deja de gritar secretamente: ¡Vuelve! ¡Vuelve!

sábado, 18 de octubre de 2008

Camino hacia la dehicencia

Cómo decirte que soy indiferente ante tus logros y tu encantos. Cómo explicarte que sin importar lo que hagas o lo que digas jamás podrías asombrarme. Conozco cada una de tus caras, como si se trataran de las mías propias; y te veo detalladamente a través del espejo. Sé que me extrañarás el día que deje de cubrir tu espalda, así como un día extrañé tu mirada. Porque aunque lo sepas, aún no lo entiendes, y por eso, me he tomado el atrevimiento de repetirlo unas cuantas cientos de veces. No existe voz que nos una, o que jamás pueda llegar a hacerlo. Cuando me veas a la distancia, comprenderás que el amor es un sueño; tal como lo entiendo ahora, y como no lo deseo.

lunes, 13 de octubre de 2008

Laberinto

Busqué una puerta alterna de acceso, pero luego comprendí que no la tenías. Si quería estar adentro tuyo, tendría que ser por el camino más difícil: a través de tu mente. Así, penetrar tus confusiones, recorrer tus pensamientos, deshacer tus creencias y derrotar tus miedos, sería el único trayecto hacia tu alma.

miércoles, 1 de octubre de 2008

En la ausencia

Después de la última palabra vino un silencio indescifrable. Esta vez no se trataba del silencio en el que solíamos sumergirnos para escuchar nuestros corazones; se trataba del fatal yugo de la inexpresividad, por causas desconocidas. Las miradas se difuminaban en el espesor de una bruma penetrante; causada por una tristeza infinita. Era la total incomunicación. Renunciar a lo que siempre había parecido un sueño parecía ser la única alternativa. Pero a los sueños es a lo único a lo que no habría podido renunciar, por lo que me quedé sentado en el suelo, sólo y lleno de esperanzas, deseando que algún día me devolvieras la mirada...