jueves, 28 de agosto de 2008

Otra vida

Es justo que ahora me encuentre afuera... y aunque hace frío, acepto con dignidad (con dolor silenciado), el paso del olvido. Recuerdo nuestras noches con melancolía, y la manera en la que accidentalmente dejé que se escaparan de mis manos. Tú soñabas, como yo, en vivir en un estado oceánico. En estos días helados tus ojos se desvían a la ausencia; la ausencia de mis días. Su brillo ya no me pertenecen. Ya no puedes verme entre tanta basura que me cubre. Ya no soy yo; soy otro con mi nombre, que hasta yo mismo desconozco. El hombre del que te enamoraste, ya no existe. Y tú, pilar de mis desvelos, deambulas en otro universo.

lunes, 18 de agosto de 2008

Fango

Prisionero de mis propias limitaciones me encuentro. Tanto tú como yo sabemos que nos hundimos en este fango, ya no juntos, sino por separado; y que quizá alguno de los dos pueda sobrevivir, sin mirar atrás y sin pensar en el otro. No sé qué pueda ser de ti, pero mis instintos me impulsan a nadar hasta la orilla. Soy un simple animal que lucha por su supervivencia. Espero que lo entiendas, y que también sobrevivas, y que algún día lo agradezcas al otro lado de la orilla.

Y como ya nada queda que no haya sido manchado por nuestra insensatez, sin pena ni vergüenza olvidaremos que como piedras celestes sin rumbo colisionamos en el firmamento. Agradecerás que pertenezcamos a universos divergentes.