lunes, 31 de marzo de 2008

Nacimiento

Hoy celebré por vigesimosexta vez mi cumpleaños. Esta vez, una gruesa capa del ámbar de la melancolía cubría mi espíritu. Este año, por primera vez entendí el valor de la vida, que al fin y al cabo no merezco. Y maldigo infinitamente hasta agotar mis palabras. Sé qué me entristece y sé que nada más que eso merezco. El infortunio. Nuevamente el infortunio. Y me miro al espejo, deseando que mi vida fuera otra; que fuera ajena. La vida que se deslizó entre mis dedos por causa de la fatalidad. Cada día es más confuso y sin sentido. Es la señal única de que estoy creciendo. Estoy envejeciendo. Estoy muriendo. Quisiera inyectar vida nuevamente en mis venas, pero al fin y al cabo no lo merezco. Sonrío de placer cuando las voces expresan repetidamente ese "que cumplas muchos más".