domingo, 1 de junio de 2008

Petra

Ahora que el camino se acorta has decidido romper el silencio y darle realidad a esa forma que desde hace tiempo nos ha venido envolviendo. Me acorralas con tus frases de desespero, de angustia y de dolor; exiges certidumbres dentro de mi universo de confusiones y de rupturas, confrontas mis dudas. Cómo decirte que te amo (o que no te amo) sin poder saber a ciencia cierta lo que es el amor. Y me confrontas y preguntas con lágrimas y con tristezas acerca del apocalipsis de mi corazón. Sientes que tienes el valor de recibir los golpes de frente y sin temor... de la dureza de mi alma y de la amargura de mis significados. Las verdades al igual que las palabras son el resultado de una postura en el universo...

Quisiera no tener que mirarte a los ojos cuando despierte, para quedar en silencio de nuevo; esperando pacientemente a que algún día nazca un argumento válido para poder darte una respuesta.

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